En el verano no se limitan nuestros planes, es un buen momento para cualquier cosa, para salir, para viajar, para pasear. No nos limita la lluvia, el frío, el mal tiempo.
Añoro la espera de los atardeceres junto a mi pareja en cualquier lugar, porque no importa el dónde sino con quién. En la playa, en la montaña, en mi patio… despedir al sol mientras que nos deleita con su precioso color anaranjado no tiene precio.
Pero el verano llegará y con él, nos visitará el continuo calor sofocante que padecemos en nuestro país y, especialmente, en el sur. Vendrán las plagas de mosquitos, las tardes muertas con las calles desiertas con los temidos 45 grados a la sombra… Echaré de menos el invierno, las tardes junto al brasero con una buena peli y un bol de palomitas, esas noches acurrucados en la cama con un libro en mis manos…
La disconformidad es un rasgo esencial de la especie humana, siempre echamos en falta lo que no tenemos y, como dice la canción, cualquier tiempo pasado nos parece mejor…
Hay que disfrutar el momento, vivir la vida, sacar a cada circunstancia el máximo partido, el tiempo vuela…
espero que os vaya gustando mis entradas!
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